CÓMO EVITAR RESBALONES Y CAÍDAS EN EL TRABAJO
A menudo, el peligro se esconde donde menos se lo espera. Incluso un trabajador atento puede resbalar sobre un suelo resbaladizo, tropezarse, o perder el equilibrio y caerse. Descubra en este artículo cómo evitar accidentes por caídas y resbalones.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LAS CAÍDAS O RESBALONES EN EL TRABAJO?
Según el Instituto Nacional de Investigación y Seguridad de Francia (INRS), el 10 % de los accidentes en el lugar de trabajo se deben a caídas o resbalones. No es de extrañar que sean tantos, ya que este tipo de accidentes no pertenecen exclusivamente a los sectores en que el suelo se llena de polvo y otros materiales, sino que pueden ocurrir en cualquier entorno de trabajo.
Los accidentes por resbalones o caídas suelen estar causados por la falta de medios preventivos, una mala organización de las instalaciones, o un mantenimiento deficiente de los suelos. Los trabajadores resbalan sobre superficies sucias, o al revés, sobre suelos recién fregados. Por supuesto, también existe riesgo de caída en entornos húmedos. Otras causas son la falta de bandas antideslizantes o barandillas, el desgaste de los tacos de las escaleras de mano, los peldaños inseguros, los cables sueltos, el desorden o una iluminación insuficiente. Y, por último, a menudo, la falta de atención del empleado también es la causa de un accidente. Además de los factores ambientales, las causas principales son pequeñas distracciones, prisas derivadas de la presión del tiempo, y estrés o fatiga.

¿Cómo evitar caídas o resbalones en el trabajo?
Por supuesto, en primer lugar es importante que la propia empresa haga lo posible por evitar caídas y accidentes por resbalones en el trabajo. La empresa es responsable de crear un entorno de trabajo seguro. Esto se puede lograr tomando diferentes medidas preventivas.
Formación del personal
La formación es esencial. Todos los empleados deben ser conscientes de los riesgos de resbalones y caídas. Mediante cursos de formación (como una presentación de seguridad), se informará a los empleados sobre cómo deben actuar ante situaciones de riesgo. Además, la información más importante, como la velocidad a la que las personas pueden moverse (caminar, no correr), debe ser claramente visible para todos los empleados. Esto se consigue, por ejemplo, mediante carteles de advertencia y señalización.
Equipos de protección individual
La prevención no solo depende de la formación. Se necesitan materiales seguros y aprobados para hacer el trabajo correctamente. Por tanto, necesitará calzado de seguridad resistente con agarre adicional en entornos húmedos. Este calzado debe cumplir con las normas de «Equipo de protección individual - Calzado de seguridad». Además, debe ser cómodo y adecuado para la actividad. Existen tres clases de resistencia: la marca SRA, idónea para suelos húmedos después de la limpieza; la marca SRB, más adecuada para suelos con manchas de grasa; y, por último, la marca SRC, que combina resistencia al agua y a las grasas.
Instalar equipos de protección colectiva
Además del equipo de protección personal, también es esencial el equipo de protección colectiva. El objetivo no es solo reducir el riesgo de lesiones graves, sino también ofrecer la protección adecuada en caso de accidente. Todo comienza con un buen equipamiento básico. Por ejemplo, el tipo de suelo influye mucho en las caídas y resbalones en el lugar de trabajo. Como hemos dicho más arriba, una superficie grasa o húmeda hace que el suelo sea resbaladizo. Por tanto, la elección del suelo es importante: el umbral de deslizamiento debe adaptarse a la actividad y tener en cuenta el coeficiente de fricción dinámica (que debe ser superior o igual a 0,30), el grado de exposición a contaminantes inherentes (grasa, agua, etc.), así como la norma experimental para la clasificación de edificios.
Para garantizar unas condiciones laborales óptimas, el suelo del entorno de trabajo debe estar siempre limpio y seco. Tanto materia seca como polvo de cemento, serrín o arena, como sustancias líquidas como aceite lubricante, agua o productos de pulido representan un peligro de resbalamiento. Las zonas peatonales deben protegerse de las condiciones meteorológicas y diseñarse de forma que los suelos se puedan limpiar de forma fácil y eficiente. Por ejemplo, con pendientes del 1,5 al 2 % para permitir el drenaje del agua. También hay que tomar varias medidas para garantizar la calidad del suelo: evite suelos con juntas y yuxtaposiciones de revestimientos con diferentes niveles de adhesión, limite las diferencias en el estado del suelo que puedan causar pérdidas de equilibrio o tropiezos, respete el método de limpieza del suelo...
El orden también es importante para abordar la seguridad en el entorno empresarial. Los resbalones suelen ocurrir en espacios desordenados. Evite la presencia de objetos sueltos, y recoja cables y herramientas. Además, si coloca una señal de advertencia para que los trabajadores sepan que pueden resbalar, reducirá el riesgo de caídas.
La mejor opción sigue siendo colocar soluciones antideslizantes. Estos sistemas evitan caídas y resbalones. Se adaptan a una amplia gama de superficies y proporcionan un agarre adicional. Existen diferentes tipos de soluciones antideslizantes en función de las circunstancias.